El secreto para terminar bien

Todos, en algún momento de nuestra vida nos hacemos la siguiente pregunta: ¿Cómo puedo terminar bien?

Y es que todos queremos terminar bien. Nadie quiere que su vida pase desapercibida, sea una pérdida de tiempo o quede truncada. Todos queremos llegar bien, dejar un legado, ser trascendentes. Que las persona a nuestro alrededor nos recuerden por lo bueno que hemos hecho.

Un secreto, nadie termina bien por accidente. Debemos ser intencionales en alinear nuestros pensamientos con nuestras acciones. Ya que mientras queramos hacer algo pero hagamos cosas distintas no podremos llegar a ese final deseado.

Lo primero es poder identificar lo importante en tu vida. ¿Cuáles son tus prioridades?

Por ejemplo, para mí lo más importante es Dios. Sin Él la vida no tiene sentido. Por lo tanto he decidido amar a Dios sobre todas las cosas. El carácter es importante, por lo que he decidido desarrollar valores que me hagan crecer de adentro hacia afuera, como la humildad, la integridad y la mansedumbre. Las personas son importantes, por lo que le daré más valor a las relaciones que a las posesiones. En base a esto, hay ciertas habilidades que se vuelven importantes para para ayudar a otros, como poder enseñar, el coaching, la escucha activa. Hoy es importante, ayer no puede ser modificado, solo podemos aprender de él, el mañana no sabemos que sucederá, solo podemos influir en cierta medida en lo que hagamos hoy con el tiempo que tenemos.

¿Cómo puedes pasar de esas ideas a las acciones?

En base a todo esto, analizo mi vida y voy haciendo los ajustes que sean necesarios para que mis valores se vean reflejados en mi diario vivir. Para eso voy cambiando acciones que no aportan valor por otras que sí.

Veamos varios ejemplos

Si Dios es importante, separo tiempo en mi agenda para reunirme con Él todos los días, dejando de lado otras actividades menos importantes.

Si las personas son importantes por encima de las posesiones, entonces me dispongo a pasar tiempo con mi familia y prestarles toda mi atención, antes que usar ese mismo tiempo con otras cosas.

Si ayudar a otros es importante, entonces me propongo cada vez que me encuentre con otra persona, escucharla activamente y ver si tengo la capacidad de poder hacerle bien.

En el uso del dinero, podríamos preguntarnos, ¿están alineados nuestros gastos con nuestras prioridades o estamos gastando en cosas que no son importantes?

Con todo esto dicho, ¿Cuál es el secreto para terminar bien? Ser intencional hoy en hacer lo que es importante.

Recuerda, la trascendencia no está fuera de nuestro alcance. Vivir intencionalmente es el único sendero a vivir trascendentalmente.

¿Estás dispuesto a hacer el cambio de las buenas intenciones a vivir intencionalmente?

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